El ácido hialurónico (AH) es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucanos compuesto por repetitivos disacáridos poliméricos de ácido D-glucurónico y N-acetil-D-glucosamina unidos por enlaces. Se encuentra presente en los tejidos de nuestra piel y actúa como el depósito de moléculas de agua. El ácido hialurónico está constituido por cadenas de carbohidratos complejos. Presenta la propiedad de retener grandes cantidades de agua y de adoptar una conformación extendida en disolución.
Estas propiedades se consiguen gracias al gran número de grupos OH y de cargas negativas de esta molécula, lo que permite, por el establecimiento de fuerzas de repulsión, que se conserven relativamente separadas entre sí las cadenas de carbohidratos.
Los beneficios del ácido hialurónico son,
- Posee un poder hidratante
- Mantiene la piel tersa, elástica y tonificada
- Mantiene la piel rellena
- Evita la pérdida de agua, manteniendo la piel hidratada
- El ácido hialurónico es el agente de riego del colágeno
- El ácido hialurónico es el responsable de mantener el tono, la textura y la hidratación de la piel

Los tratamientos e infiltraciones de ácido hialurónico son muy utilizados en la medicina estética ya que consiguen unos resultados muy óptimos para el rejuvenecimiento de la piel. Algunos de sus beneficios son,
- Rellenan las arrugas de la piel
- Tonificación de la piel
- Estimulan los fibroblastos (el fibroblasto es un tipo de célula residente del tejido conectivo propiamente dicho, ya que nace y muere ahí) haciendo que la piel se vea más saludable
- Hidratación de la piel